miércoles, abril 13, 2011

Nuestros abnegados "caraduras"

Se votó en  el Parlamento Europeo una moción para reducir los costes parlamentarios que afectaba a los Eurodiputados y que consistía en  congelarse el sueldo y en volar en clase turista para trayectos cortos.
La propuesta fue rotundamente rechazada por la mayoría de la cámara.
¿Qué hay crisis en Europa? Ya, pero ellos tienen derecho a que se les suba el sueldo mientras que a los ciudadanos a los que representan nos  exigen “moderación salarial”,  que viene a significar: “De subir nada, y si te bajan un poco, no te quejes”.
¿Viajar en clase turista? Ni hablar. Eso supondría mezclarse con el populacho que les elegimos y les pagamos unos sueldos fabulosos, aunque no sabemos muy bien por qué ni para qué.
Pero todo esto tiene una explicación lógica.
¿Cuál es el límite razonable de personas que pueden participar en un debate? Recuerda la última asamblea de la comunidad de vecinos de la finca o comunidad donde vives.
Esta es mi modesta opinión: Veinte son muchos. Más de cincuenta, un absurdo.
¿Qué hacen 751 eurodiputados?  Te lo digo yo. Uno habla, los demás “escuchan”, y  de vez en cuando votan.
Si todos participasen por igual, por cada 10 minutos que te dejan para exponer tus puntos de vista, tienes que escuchar 125 horas, lo que equivale a unos dos meses de sesiones.
A casi todos los políticos les gusta hablar. ¿Te imaginas lo frustrante que es que sólo te dejen hacerlo 10 minutos cada dos meses?
Pero además, estoy convencido que la mayoría de los 750 europarlamentarios terminan su mandato de cinco años y no han tenido la oportunidad ni de abrir la boca en el Parlamento. Porque siempre habla el portavoz , el número 2 o el número 3 de su grupo.
Su función es tan inútil que se sienten frustrados. Les pagan una millonada por asistir al Parlamento cuando lo único que hacen es calentar el escaño y hacer palmas cuando ha terminado de hablar el portavoz de su grupo.
Un día detrás de otro, durante cinco años.
No son pocos los escándalos provocados por el absentismo de los Eurodiputados. Pero algo más quiero deciros. Es que lo entiendo perfectamente.
Es justo lo contrario que los voluntarios de una ONG. Que no cobran nada, y sólo les mueve la satisfacción de saber que están aportando para que el mundo sea un poco mejor.
El “trabajo” de la mayoría de eurodiputados es tan inútil y frustrante  que lo único bueno es el sueldo y los privilegios. ¿Cómo van a aceptar que les toquen eso?
Una buena solución sería reducir el número de parlamentarios de 750 a 75.  Les mantenemos el sueldo y los privilegios. Los que queden estarán más contentos y trabajarán más y, de paso reduciremos el coste en un 90%.



Fuente: Oìdo en Baker Street.




Sherlock... 
buscando pistas de lo que se cuenta en Baker Street.


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