viernes, marzo 09, 2012

Cuestiones de fisiología y de violencia estructural

Me pide uno de mis espías en la embajada alemana, que determine más allá de toda duda, el contenido de esta frase detectada en un telegrama enviado al gobierno español: «el vínculo más complejo, profundo, humanizador, sublime y trascendente para una mujer es el genésico». Cielos, ¿qué pensaría Durruti? Meditemos.

A mí se me ocurren varias funciones fisiológicas que pueden ser también sumamente complejas y profundas, por ejemplo la respiración, la digestión, la defecación, el meo... Claro que sí. Si uno no caga con una cierta frecuencia, su destino final es el quirófano ante un equipo de estoicos cirujanos y enfermeras, que ni siquiera se podrán tapar la nariz cuando rajen esas tripas y salga el peste a perro muerto. Y, sin embargo, una mujer puede pasarse toda la vida sin tener hijos, ya sea porque se aplique al celibato, ya sea porque haga trampa. Sin obrar más de quince días… Malo.

Por lo tanto… ¿Podemos pues decir que el tener útero y hornear el bebé, es la cosa más maravillosa que puede hacer una mujer en su existencia? Pues no. Digerir grasas es tan maravilloso como transferir genes más o menos defectuosos, pero a eso no se le da tanta importancia en el mundo de la moralina de vía estrecha. Reivindiquemos pues como buenos ateos y materialistas, el hígado y el páncreas.

Pero el asunto es aún más complicado. Si una mujer se humaniza al criar un embrión… ¿Qué es la regla ay madre? ¿Qué humanizaría a un hombre? Pues…, verter el esperma ese, supongo, porque sin útero ya me dirás qué hace un tío para realizarse. ¿Pajas a destajo? Reducido a las funciones fisiológicas, la espermatogénesis es lo único que le quedaría al pobre. O producir andrógenos tal vez, pinchándose alacranes en los cojones. Solo es una idea.

Otra cosa, eso que dice el Gallardón, de una violencia estructural que obliga a las mujeres a abortar, ¿se sostiene? No. Porque en el franquismo no había violencia estructural de esa, y las mujeres abortaban de manera clandestina por millares. En la dictadura fascista estaban todo el día con el dale-que-te-pego de lo hermoso de ser madre, y abortaban hasta las familias de católica ascendencia y familia intachable. Eso sí, teniendo dinero. Que lo expliquen los fachas si pueden.

¿De qué manera podría el ministro, estimular a las mujeres a la procreación? Pues ahora que estamos en época de crisis, reconociendo que un niño tiene más valor que un ternero, y que vale un dinero. Así es. Se pretende que una madre tenga a su hijito, y lo ponga a punto para que en veinte años dé a los empresarios un obrero gratis… Menuda jeta. Hombre, hagan Patria, cabrones. Qué menos que paguen cien mil euros las patronales a la dichosa mamá, que eso corregiría el déficit...

Abajo la reproducción ampliada. Viva el intestino delgado. Lo que es de uno es de todos, lo que es de todos es de nadie, lo que es de nadie es de uno.




Sherlock... buscando pistas





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